lunes, 4 de mayo de 2015

Nuevasyviejas formas para reinventarse El sindicato CSI-F da el salto al sector privado y el PSOE quiere dar más poder a las centrales

Adiario llegan a las sedes del sindicato de funcionarios CSI-F trabajadores de empresas privadas que nos piden que les representemos en sus comités, porque quieren otro modelo de sindicato, distinto a CC OO y UGT, ajeno a los escándalos y al margen de cualquier vinculación política”. Así explica Miguel Borra, presidente de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F), cómo han irrumpido en el sector privado, siendo un sindicato corporativo de empleados públicos. De esta forma, esta central ha sabido sacar partido a la erosión experimentada por los grandes sindicatos de clase durante la presente crisis económica. De hecho, desde 2009, el sindicato ha multiplicado por cuatro el número de delegados en empresas privadas hasta sumar unos 4.000, la mitad de todos sus representantes. CSI-F cuenta así con delegados en grandes multinacionales del sector de la alimentación como Nestlé, Coca Cola, Cuétara o Heineken. En empresas de seguridad y servicios como Eulen, Prosegur o Secúritas; en sectores como Notarías, Registros o Paradores Nacionales. Y cuenta con la mayoría de representantes en los comités de empresa de compañías como Estée Lauder o Talgo España. Este salto al sector privado podría ser el ejemplo de una fórmula de reinvención sindical. Se trata de realizar labores comerciales como las de cualquier empresa, ampliando los sectores donde vender sus servicios. Pero también hay otras fórmulas para que el sindicalismo reformule su actividad. Y una de esas fórmulas la acaba de poner sobre la mesa esta misma semana el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, al proponer que si los socialistas gobernaran tras las próximas elecciones generales, cambiarían la ley para dar más poder a los sindicatos. ¿Cómo? recuperando la vieja tesis sindical de que sean las secciones sindicales (grupos de trabajadores afiliados a uno u otro sindicato en la empresa) los que piloten la negociación colectiva (convenios, salarios etc.) en lugar de que sean los comités de empresa y delegados sindicales, como ocurre en la actualidad. Según los defensores de este modelo, dar el poder a las secciones sindicales reforzaría el trabajo sindical y la afiliación. Si bien, con esto se abre la puerta al cobro de un canon por estas labores de negociación colectiva, algo que los tribunales han puesto en cuestión. CC OO y UGT ven con buenos ojos la propuesta de Sánchez, aunque coinciden en que “hay que afinarla”. Nuevasyviejas formas para reinventarse El sindicato CSI-F da el salto al sector privado y el PSOE quiere dar más poder a las centrales Miguel Borra, presidente de CSI-F. PABLO MONGE ● Al igual que ocurre con la estadística de convenios colectivos, los registros del Ministerio de Empleo que reflejan las elecciones sindicales adolecen de cierta obsolescencia, según distintas fuentes. Por ejemplo, denuncian casos de duplicidades en la contabilización de delegados en actividades o empresas que cierran y vuelven a abrir y a elegir a los mismos representantes. REGISTROS ELECTORALES Renovación generacional Los secretarios generales de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, cumplen los dos 63 años en 2015. Una edad que les sitúa al borde de la jubilación. Así lo han entendido ambos, ya que previsiblemente ninguno de los dos volverá a presentarse a la reelección. Méndez es ya el decano de los máximos líderes sociales, tras 21 años en el cargo, y ya anunciado que se irá en el próximo congreso confederal de UGT que se celebrará, de forma adelantada, en el primer trimestre de 2016. Por su parte, Ignacio Fernández Toxo, aunque los estatutos permitirían su reelección, a diferencia de Méndez, aún no ha dicho públicamente que vaya a retirarse. Fuentes de su entorno creen que dejará paso a un sucesor en el próximo congreso de la central que debería celebrarse a principios de 2017. ¿Habrá llegado el momento de acometer una renovación generacional en las cúpulas sindicales? De momento, nadie se atreve a mover ficha ni a posicionarse públicamente como sustituto de ninguno de estos sindicalistas, pero las maquinarias internas de ambas centrales ya trabajan en ello. Tasas de afiliación Una de las claves por las que pasa el futuro del sindicalismo es el grado de compromiso de los trabajadores con las centrales que los representan. “Más que nunca, ahora son necesarias campañas masivas de afiliación en los centros de trabajo”, recuerda un exdirigente sindical de CC OO que rememora una campaña de mediados de los años ochenta, cuyo lema era Vamos a por los dos millones (de afiliados). En la actualidad, con bastantes más asalariados, el primer sindicato del país apenas roza el millón de cotizantes. Sin embargo, pese a lo que pueda parecer, las cifras de afiliación sindical en España no están tan lejanas a las de la media europea. Según datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de 2013, poco más del 7% de los mayores de 18 años en España está afiliado a un sindicato. Esto equivaldría a unos 2,8 millones de personas. Por lo que si se compara este colectivo con el número de asalariados, la tasa de afiliación subiría al entorno del 20%. Este dato coincide con el de la última encuesta de calidad de vida en el trabajo que se hizo en 2010. Así la afiliación sindical española sería cuatro puntos inferior a la media europea (el 24%). OTROS INTERROGANTES Así no salimos de la crisis. Las personas son lo primero. Este será el lema que CC OO y UGT defenderán hoy en las movilizaciones que han convocado en 80 ciudades españolas para celebrar el Primero de Mayo, día de los trabajadores. Esta festividad cumple hoy 125 años y los principales sindicatos, con su máximos líderes a la cabeza, se manifestarán en Madrid para denunciar “el despilfarro” de las políticas de austeridad y sus efectos devastadores en el empleo, la cohesión social y la calidad de vida. Al tratarse de un año electoral, los líderes sindicales pedirán en sus discursos a los partidos políticos “concreción” en sus programas económicos. Además, los responsables de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, recordarán a los representantes políticos que la desafección ciudadana viene de hacer promesas y no cumplirlas y les emplazarán a que “afinen y pulan” sus propuestas. Es previsible que hagan un balance negativo de la legislatura a efectos económicos y de derechos de los trabajadores. Y que anuncien movilizaciones en las empresas para reforzar la negociación colectiva, ante la imposibilidad de cerrar el acuerdo

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